La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

miércoles, 7 de mayo de 2014

Duelo

I.
Lo difícil es aceptar la derrota contra la vida,
lo que sucede simplemente sucede, no hay más remedio contra eso.
Uno lo recibe, ¡De un golpe lo recibe!
Difícil es aceptar que esa vida no existe más, ni existirá.
No hay suelo donde pisar, no hay estructura donde encajar.
No hay mañana, sólo hay ayer. Sólo hay día a día. ¿Cómo sobrevivir día a día?
¿Cómo sobrevivir con lo que nos toca? ¡Si nunca pedimos lo que nos toca!
Uno sigue, soñando sigue...
La esperanza sigue,
de que quizás mañana sea un poco mejor.
Esto es el duelo...

II.
Mi mirada se pierde en el vacío,
los sonidos de fondo,
absorto en un recuerdo
inmóvil, sobre una memoria incognoscible,
indescifrables pensamientos se cruzan,

Me reincorporo, una ráfaga me despierta del trance,
el cigarro se consumió y nunca lo noté,
la ficción de un pasado me extingue la realidad,
¡Brío, alma desgarrada! ¡Brío necesitás!
¡Corazón postrado, no desfallescas! ¡No te acorbades, lánguido propulsor de mis días!