La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

miércoles, 4 de junio de 2014

Der Doppelgänger

Me encontré absorto frente a un millón de rostros, todas las miradas apuntaban hacia mí. Caminé entre sus tiesas figuras, inamovibles, sólo sus ojos me seguían. Eléctricos impulsos recorrían mi cuerpo, frías ráfagas de dudas hasta la punta de los pies. Deambulaba silenciosamente, los miraba frente a frente, los rozaba. Una multitud, una adversidad interminable. Tempestades se desataron en el cielo y en la tierra. Solitario camino entre la gente, afrontando mi historia, mi vida. Sinuoso camino hasta el pedregal que se desnudaba al final del cuadro, en la ladera de una colina. Un árbol en la cima, tan solitario como mi alma vagabunda. Hojas secas en primavera. Sentado con su espalda apoyada sobre el tronco, mi doble, mi cuerpo, su doble, mi alma, su doble. Se volteó hacia mí, me miró con displicencia, se levantó y sin decir una palabra me tomó de la mano. Me miro fijo nuevamente, con oscuridad en sus ojos. Luz, resplandor, mi fin.

lunes, 2 de junio de 2014

Mis palabras se transportan por el aire, danzan en el viento junto con alguna hojita seca desprevenida, recorren kilómetros, ciudades, campos, montañas, tambalean al son de las olas en el océano, penetran los mares, se empapan en las tormentas apocalípticas de las profundidades marinas, encuentran la arena, se secan, habitan otros continentes, acarician diferentes etnias, y llegan ahí, al otro lado del mundo, en un confín secreto, aislado, inhóspito, una casita humilde, una ventana empañada, frío, estepa nevada, una cálida chimenea que escupe humo, brasas, un libro sobre la mesa de caoba gastada, tabaco y café, caminan sigilosas por tus hombros, se escabullen temerariamente en tus oídos ¡Te rebanan los pensamientos!