La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

lunes, 20 de agosto de 2018

Te vi, bajabas del tren, la estación del pueblito te esperaba con los brazos abiertos. Llevabas el mismo vestido de aquella noche, en la fiesta del club del barrio, excelsa. La bruma te rodeaba, la estación desolada ¡Tan real! Juro que te vi, a vos o a la imagen de tu recuerdo, lo ignoro.
El rocío de esta mañana de estío se asemeja a mis lágrimas. Mí mirada fija en el monte, parado pétreo, frente a tu lápida. Juro que te vi. Y no es esta botella de ron añejo lo que me da esa certeza, ni las calles infinitas desandadas en la madrugada, es mi propia alma en desasosiego la que me canta las cuarenta. Juro que te vi, real, vital y sublime. Esa noche te vi.