La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

lunes, 18 de noviembre de 2013

Somos un enorme rompecabezas, indescifrable. Cada pedacito es un recuerdo, una memoria, un momento en la vida de cada uno, de eso estamos hechos. ¡No somos más que un montón de recuerdos desordenados! No somos más que hechos absurdos, actitudes irracionales. No somos más que obviedades ininteligibles, ni más que un puñado de verdades mentirosas. Somos inconsistentes, somos endebles, no somos nada más que humanos...

domingo, 17 de noviembre de 2013

El Cuerpo y el Hombre

El cuerpo inerte sobre la mesa, sus ojos abiertos mirando para todos lados. La habitación posee una suerte de decoración minimalista, pero conserva un ambiente algo tétrico aunque familiar. Mientras, dos hombres de gris se acercan con un cuchillo, sufre, está ardiendo por dentro. Lo cortan, lo tajean en el pecho, y así empiezan a sacarle todo: Un viejo osito de peluche, un dibujo en papel de unos ojos de mujer de mirada profunda, un lápiz, un papel con un escrito lleno de tachaduras, un libro de tapa dura y suntuosa bastante polvoriento, inclusive una extraña mujer de joven edad (Ésa de la mirada profunda, seguramente) sale caminando, como si estuviera escondida. Su mirada denota un gran alivio, lo cierran. Los personajes que salieron de su pecho caminan directo a la gran hoguera que se encuentra a unos doce pasos de la mesa, se encienden, se consumen, se hacen ceniza. El cuerpo del hombre se levanta, se viste lentamente, mira a los otros dos de gris y con un gesto de agradecimiento y respeto cierra los ojos por unos segundos y sonríe. El Hombre y su Cuerpo caminan hacia la puerta, penetran en el mundo exterior nuevamente, es un día hermoso. Luz, sol, verde natura. El Hombre como nuevo.