La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

martes, 24 de mayo de 2016

Efímero análisis del Tiempo

El tiempo, esa línea ficticia y absurda, no existe. Pensamos en los segundos, en los minutos, en las horas. Nos corren, nos persiguen eternamente, pero atrás nuestro no hay nadie más que fantasmas, más que la vida, más que todo.
La transparencia del tiempo, la transversalidad del tiempo, la translucidez del tiempo. Nuestro hoy, nuestro ayer, nuestro mañana, coexisten, están aquí y allá, pero no los podemos advertir. Eso que nos desintegra poco a poco, que arruga nuestra piel, que nos duele, eso somos nosotros mismos, nuestro movimiento, nuestra existencia, no hay nada más.
No hay que vivir el presente, ni tampoco el pasado, porque sólo son metáforas de nuestra existencia, nuestra unicidad. Ya vivimos aquí, ya morimos, yacemos eternamente en los brazos de la conciencia, la que nos devela la existencia. Somos la eterna conjunción de millones de historias que nunca fenecieron,
y nunca lo harán. Somos porque fuimos, y seremos porque somos. El tiempo no es una línea, el tiempo no es un reloj, el tiempo no es más que el reflejo de nosotros mismos, respirando, viviendo, existiendo...

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