En los confines de la ciudad,
sueños fustigados buscan el fulgor de la certidumbre,
un sistema senil, asesino marginal,
ajetreo en las esquinas,
calles de la desolación, del olvido.
Sombras con cascos represores,
que canalizan las carencias,
víctimas y victimarios a la vez,
son los brazos de este régimen inclemente,
sólo son pobres contra pobres.
Desde un sillón suntuoso unos pocos desquiciados jadean,
sus vidas de placebo, su hipocresía encubierta,
concentran los insuficientes deleites,
de esta injusticia del presente.
sueños fustigados buscan el fulgor de la certidumbre,
un sistema senil, asesino marginal,
ajetreo en las esquinas,
calles de la desolación, del olvido.
Sombras con cascos represores,
que canalizan las carencias,
víctimas y victimarios a la vez,
son los brazos de este régimen inclemente,
sólo son pobres contra pobres.
Desde un sillón suntuoso unos pocos desquiciados jadean,
sus vidas de placebo, su hipocresía encubierta,
concentran los insuficientes deleites,
de esta injusticia del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario