Se incendió mi cuerpo,
en llamas de dolor,
oscuro fuego brotaba de mi pecho,
su mano afable se aferró a mi brazo,
con omnipotente fuerza me salvó.
Una sonrisa propagaba dulzura,
un gesto apacible amainó mis torturas.
De su alma se desprende lo sublime...
en llamas de dolor,
oscuro fuego brotaba de mi pecho,
su mano afable se aferró a mi brazo,
con omnipotente fuerza me salvó.
Una sonrisa propagaba dulzura,
un gesto apacible amainó mis torturas.
De su alma se desprende lo sublime...
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