Abro la puerta de mis miedos,
Se desvanece en la entrada mi fortaleza,
Veo pasar a mi alma
inquieta, recorriendo los blancos pasillos,
Sonríe maliciosamente y roza con sus fríos dedos la pared,
Cierro los ojos y me hablan mis pensamientos,
Susurros, voces y una melodía que me oprime,
Soy una árida estepa de norte a sur,
No crece más que vacío en mí…
Se acercan las máscaras del viento y merodean la habitación,
Una ventana rota, un suspiro de una gélida brisa,
Se quiebra mi piel, se quiebra mi ser,
Miro el horizonte,
Ni una gota de agua que calme la sed de mi tierra,
Un grito me aturde, unos ojos me miran,
Se acerca la hora...
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