Resuena un tango por la tarde,
En la calle Esmeralda iluminada,
Mientras camina la musa despechada,
Cuyo corazón desnudo arde.
Buenos Aires envuelta en una inefable [bruma
El poeta ve a la rubia desde su [buhardilla y la describe con su pluma.
Hay historias por doquier en las callecitas [del centro,
Linyeras, vagos y malandras de otra vida,
No hay nadie que compasión a Dios no le [pida,
En esta tierra devastada puertas adentro.
El silencio nocturno llega y la mujer [desespera
Arribando a Corrientes la [multitud se aglomera.
Entre los edificios y la gente lo busca,
En esta urbe del desencuentro,
Y el bandoneón suena como si [saliera de su epicentro.
El desconsuelo le arrebata el alma y al [corazón lleva la fusca.
Un disparo se oye entre el gentío,
Mientras la ciudad se duerme en otra [noche de estío.
No nos olvidamos del poeta,
Que escribe de amores porteños y perdidos,
En su pequeño departamento y con los [sueños abatidos.
Escucha el disparo, los gritos y despega [como una saeta.
Al bajar a la calle y ver la escena se [estremece,
Al ver que su desidia atormentó a quien [sobre el cordón perece.
En la calle Esmeralda iluminada,
Mientras camina la musa despechada,
Cuyo corazón desnudo arde.
Buenos Aires envuelta en una inefable [bruma
El poeta ve a la rubia desde su [buhardilla y la describe con su pluma.
Hay historias por doquier en las callecitas [del centro,
Linyeras, vagos y malandras de otra vida,
No hay nadie que compasión a Dios no le [pida,
En esta tierra devastada puertas adentro.
El silencio nocturno llega y la mujer [desespera
Arribando a Corrientes la [multitud se aglomera.
Entre los edificios y la gente lo busca,
En esta urbe del desencuentro,
Y el bandoneón suena como si [saliera de su epicentro.
El desconsuelo le arrebata el alma y al [corazón lleva la fusca.
Un disparo se oye entre el gentío,
Mientras la ciudad se duerme en otra [noche de estío.
No nos olvidamos del poeta,
Que escribe de amores porteños y perdidos,
En su pequeño departamento y con los [sueños abatidos.
Escucha el disparo, los gritos y despega [como una saeta.
Al bajar a la calle y ver la escena se [estremece,
Al ver que su desidia atormentó a quien [sobre el cordón perece.
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