Recostado boca abajo,
despertar entre alcoholes, olores, sudor y tabaco.
Sólo la soledad le hace compañía,
el sol le escupe la cara, le cocina la mente.
Insoportable peso sobre su cabeza, casi no puede abrir los ojos.
Un mareo interminable, la tristeza le aprieta el pecho, la garganta...
La desesperanza lo abunda.
Es un día sin mañana, un presente sin futuro, sólo un ayer infernal.
Cuando el pasado se adueña del presente es imposible divisar el futuro.
Cuando un callejón sin salida es el norte...
Vicios, lascivia, efímeros placeres...
Noches de alcoholes, mujeres, frenesí aliviador...
Cortinas de humo que ayudan a tapar una vil realidad.
despertar entre alcoholes, olores, sudor y tabaco.
Sólo la soledad le hace compañía,
el sol le escupe la cara, le cocina la mente.
Insoportable peso sobre su cabeza, casi no puede abrir los ojos.
Un mareo interminable, la tristeza le aprieta el pecho, la garganta...
La desesperanza lo abunda.
Es un día sin mañana, un presente sin futuro, sólo un ayer infernal.
Cuando el pasado se adueña del presente es imposible divisar el futuro.
Cuando un callejón sin salida es el norte...
Vicios, lascivia, efímeros placeres...
Noches de alcoholes, mujeres, frenesí aliviador...
Cortinas de humo que ayudan a tapar una vil realidad.
Alois:
ResponderEliminarMe gusta me gusta esto que escribiste, habla bastante sobre lo que vos sos y el titulo noche de excesos es excelenete. Me hace acordar a la cancion candombe de resaca. Buena descripcion de un despertar de resaca