La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

jueves, 27 de diciembre de 2012

Resuena el estruendo de un relámpago y me despierto exaltado, abro los ojos repentinamente y me encuentro en la desolación nocturna. Camino entre la tupida vegetación de este inefable bosque casi a tientas. Sólo la luz de la luna refleja la palidez de mi rostro. Me perturba sentir mil miradas furtivas que me acechan en la oscuridad ¿Cómo le escaparé a estos espectros? ¿Cómo asesinaré a estos fantasmas en la soledad de la madrugada? La lluvia azota mi cuerpo, las voces aturden mis oídos. Senderos que se bifurcan en la penumbra, falsas escapatorias. ¿Acaso todos morimos en soledad aniquilados por nuestras propias sombras? Nuestro propio demonio es el que nos mata. Es el bosque de mis miedos al que me enfrento en esta hora de hastío. Sólo una parte de mi conoce la salida...

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