La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

sábado, 24 de marzo de 2018


Los tilos en hilera dejan caer sus ramas sobre la calle y opacan la luz de los postes. El empedrado parece infinito, interminable y se vuelve difuso a mi miope visión. Es noche, es la decadencia del estío que se advierte por la brisa y la luna llena. Camino hacia el Sur, aunque sin destino. Esta calle es el paréntesis entre mi punto partida de soledad y mi final, de mayor soledad aún. Es un espacio entre mi nacimiento y mi muerte, como la vida. Esta calle empedrada es mi vida, con mis pensamientos que caminan a mi lado, que cruzan preocupados de una vereda hacia la otra, que se agarran la cabeza, que sollozan bajo un árbol, que suplican a la luna, que pegan saltitos de alegría y libertad. Mis pensamientos que se personifican, que son yóes que se materializan, que existen, porque no hay nada que tenga más existencia que un pensamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario