Milagrosa tu boca,
jardín del edén de los deseos,
da oníricos besos a mi alma.
A veces no existe el tiempo,
todo pareciera ser eterno,
Si tu presencia agraciada se deja ver.
Renacer del corazón,
primavera de mi alma,
sosiego sin fin.
Yo no dudo ni un instante,
me has hecho comprender,
que el amor realmente existe.
jardín del edén de los deseos,
da oníricos besos a mi alma.
A veces no existe el tiempo,
todo pareciera ser eterno,
Si tu presencia agraciada se deja ver.
Renacer del corazón,
primavera de mi alma,
sosiego sin fin.
Yo no dudo ni un instante,
me has hecho comprender,
que el amor realmente existe.
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