La finalidad de la poesía es lograr la empatía entre el escritor y el lector

martes, 24 de abril de 2018

Cae una garúa fina pero no me perturba. Los faroles tenues dan luz a mi rostro curtido. Infinidad de gotas, un manto de agua suave me baña como si me sumergiera en una realidad ineludible. No me refugio, me envuelve la humedad, la inestabilidad de mi ser imitando el ambiente. En el transcurso de la noche me espera el sexo de una mujer, su sexo húmedo e inestable como mi ser, y penetro sus aires temblorosos para encontrarme en una nueva mañana bajo el sol opaco y la bruma que invade la habitación. No la conozco, ni a ella ni a la bruma, y recorren mi cuerpo, me estremecen, me extirpan el hastío indiferentemente.

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